Feminismo y la decadencia de occidente
- Replicante Hispano
- 3 feb 2021
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Introducción
Hay una correlación inversa entre el grado de desarrollo de una sociedad y su crecimiento demográfico. Europa es un claro ejemplo de altos niveles de vida y quizá por eso están muchas de sus naciones entre los primeros puestos en el ranking de países con más baja natalidad. El crecimiento del feminismo coincide con el declive de la civilización, y existen motivos para considerar que este fenómeno no es fruto del azar. No es que el feminismo sea la causa fundamental de la decadencia, sino más bien un efecto. Más que obedecer a motivos racionales, el feminismo actual principalmente es una pulsión psicológica irracional amplificada a nivel social debida a algún malestar en nuestra cultura. No obstante, el efecto se vuelve también causa que retroalimenta el declive.
Hay un vínculo entre el actual declive debido al problema demográfico y los ideales de vida promulgados por el feminismo. Las cifras estadísticas indican una tasa promedio de natalidad bastante por debajo de la tasa de reemplazo en mayoría de países de Europa. Las consecuencias a medio plazo perjudicaran a la economía de las naciones, el sistema de pensiones y otros beneficios del Estado de bienestar. Algunos partidos políticos sugieren alternativas como la promoción de la natalidad o de llegadas de hordas masivas de inmigrantes. Todos estos hechos indican el declive de Europa, un envejecimiento no sólo en la media de edad de su población sino en su espíritu colectivo.
Génesis del problema
La génesis del problema es el marxismo cultural y la ideología de género. El marxismo cultural es la estrategia para destruir las libertades económicas y políticas desde adentro. Los “antisistema” se camuflan como parte de diferentes movimientos sociales.
El marxismo cultural rompe con el dogma marxista clásico de que el cambio del sistema capitalista a uno socialista solo podría realizarse con la maduración de condiciones económicas debido al desarrollo de las fuerzas productivas e introduce la estrategia del cambio de sistema mediante el cambio de superestructura ideológica, esto es, de las ideas, creencias, valores, normas de comportamiento predominantes en la sociedad, en una palabra, de su cultura.
En occidente los grupos “anti sistema” se han infiltrado en diferentes tipos de movimientos sociales, llámense anti-racistas, anti-fascistas, feministas, movimientos pro LGTB, ecologistas o ambientalistas, muchas veces distorsionando los objetivos genuinos y originales de estos movimientos. Los marxistas han logrado imponer, en mayor o menor grado, su agenda anti-sistema en ellos, de modo que todos tienen en común el mismo objetivo: acabar con el sistema “opresor”.
Básicamente el marxismo cultural se basa fabricar y difundir relatos que vayan generando conflictos funcionales. De lo que se trata es de abordar la democracia liberal y radicalizar su componente igualitario a tal punto que aquélla termine siendo diezmada desde su propio seno; que sea barrida por su propia lógica; destruir la democracia desde adentro, y no desde afuera. A los políticos no les queda más remedio que abrazar estos dogmas políticamente correctos como una forma de mantenerse en el poder. Las oligarquías económicas también se están beneficiando de esta ideología, pues cada vez controlan el mundo con más mano de hierro cona excusa de que lo hacen por que están combatiendo al opresor.
La excesiva apología al multiculturalismo que en las últimas décadas ha estado tan presente en el discurso de los medios masivos de informacion hegemónicos, de líderes de opinión , y también en el discurso de los gobiernos progresistasen los países occidentales , se opone directamente a la moralidad tradicional –como sistema de cohesión social - y a los principios de identidad colectiva de sus pueblos , por lo tanto se puede decir que occidente dia tras dia se conviierte un gigantezco cumulo de gente sin identidad colectiva.
El feminismo como nueva religión
El feminismo se ha convertido en una nueva religión con un fuerte componente sentimental y de aversión al que opina diferente. Las feministas ven un universo repleto de mujeres victimizadas enfrentadas a unos malvados hombres depredadores. Tienen una visión de la historia según la cual todos los males han venido de los hombres. Ese resentimiento contra los hombres, eso que enseña el feminismo moderno, es puro veneno. Los problemas entre los sexos no se van a resolver hasta que la educación exponga a los jóvenes a las realidades terribles de la historia más remota.
El movimiento feminista también ha sido utilizado por los marxistas culturales que proponen acabar con el “patriarcado” a través de una revolución social. La Corrección Política hoy en día sirve sobre todo para colocarse por encima de la ley y sabotear la acción de la Justicia. También para convertir la más burda mentira en verdad y hacer comulgar a la sociedad con ruedas de molino.
Futuro a corto plazo
Es de prever que el feminismo actual será recordado en un futuro como una debilidad de las sociedades en tiempos de decadencia. El feminismo del igualitarismo biológico-conductual terminará sus días en un futuro no muy lejano. Vendrán oleadas de inmigrantes africanos y árabes, sus mujeres tendrán muchos hijos, les birlarán también los novios a las blancas occidentales ensimismadas con sus carreras profesionales. El feminismo hace creer a la mujer que son muy atractivas por sus carreras profesionales, pero no les dice que los hombres somos muy visuales y eso poco efecto tiene en nosotros.
La mujer extranjera más pragmática y menos hipergama se impondrá y su descendencia también, por superioridad numérica y porque los pocos hijos autóctonos de occidente que quedarán en Europa, aun siendo superiores en promedio en estatus social y en formación intelectual, serán débiles para imponer su moral de señores, imbuidos en el reblandecimiento propio del buenismo de nuestros tiempos y de sus sueños de alianzas de civilizaciones. Son niños criados en la sobreprotección típica de las familias de un hijo único, que han vivido una larga época de pacifismo en una Europa sin guerras en la inocencia del que desconoce los peligros del invasor. Medio dormidos estos pocos individuos de las futuras generaciones europeas serán muy probablemente absorbidos y dominados por las nuevas hordas invasoras. Cuando despierten será demasiado tarde, y tendrán que aceptar las reglas de una nueva sociedad donde otras visiones menos bobaliconas y más de raza serán impuestas por los nuevos amos. Cambios de sistemas de gobierno, tradiciones y religiosones.
El darwinismo no entiendo de ideologías
Las leyes de la vida se impondrán nuevamente, como siempre se han impuesto en un planeta regido por la evolución de las especies y la selección natural. No se trata de que vaya a volver a revivir el darwinismo social como ideal de conducta humana, sino de que la vida está por encima de cualquier ideología y continuamente a lo largo de la historia vuelve a circular libre tal cual rio entre las montañas que se niega a moverse entre canales artificiales de ingenieros sociales. El darwinismo no entiende de ideologías, no entiende de justo e injusto, no razona con nadie y no hace amigos ni prisioneros.
Conclusión
Observando esta tendencia se puede predecir el gran riesgo que sufrirá occidente: ser receptáculo migratorio de otras regiones del globo que no han sabido contenerse reproductivamente y huyen de la miseria. Un mundo con una contención demográfica generalizada podría vivir en un equilibrio migratorio internacional, pero un mundo en que unos crecen y otros decrecen poblacionalmente está abocado a grandes flujos migratorios, donde en este caso Europa y otras regiones del mundo civilizado occidental se convertirán en pasto de unas masas hambrientas procedentes de países subdesarrollados que se abren paso por nuestro continente. Toda esta dinámica es muy similar a la del imperio romano Bizantino, donde el colapso de su propia sociedad hizo que los barbaros que habían sido acogidos dentro de este imperio se apoderasen de él.

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